En cuanto a graffitis, la primera referencia que se nos viene a la mente son los muros y paredes. No obstante, otra clase de superficies como los cristales, el metal y los acrílicos de edificios o estructuras también se ven afectados por estas pintadas con aerosoles.
Afortunadamente, existen algunos métodos y productos para poder proteger estos cristales de los graffitis: las láminas antigraffitis. Megaservice apuesta por la protección y la prevención de este tipo de pintadas para nuestros clientes. Por este motivo, os presentamos estos productos y cómo utilizarlos.
Información
Una lámina antigraffiti es una película transparente y auto adhesiva formada por dos capas de polyester y una capa adicional anti ralladuras. Su objetivo es proteger las zonas acristaladas de las pintadas y de los graffitis, sin impedir que la luz entre en el local.
De hecho, las láminas antigraffitis disponen de un tratamiento inhibidor y protector de la radiación UV. Esto permite que la luz pueda entrar y protege el interior de los escaparates, tiendas y almacenes.
El principal uso de una lámina antigraffitis es proteger las superficies sobre las que se aplica. Estas pueden ser tanto superficies de metal, como de vidrio o acrílicas, y preferiblemente exteriores.
Debido a su poco coste y a su sencillez de instalación, estas láminas son una de las mejores opciones para cualquier tipo de cliente o caso. Lo más frecuente es que se instalen en paradas de autobús o de transporte público, así como en superficies de locales comerciales.
La protección de las superficies es el primer y más requerido beneficio que aportan estos productos. No obstante y como hemos ido viendo a lo largo del artículo, también proporcionan otras facilidades: