Mantenimiento y limpieza de conductos de aire acondicionado

Cuando llega el verano, los aparatos de aire acondicionado se convierten en electrodomésticos imprescindibles para mantener nuestro hogar a la temperatura adecuada. La cuestión es que muchas personas cometen el error de hacer la limpieza y mantenimiento solamente en los meses que los utilizan. En estos casos, como suele decirse, «vale más prevenir que lamentar», por lo que hay que prodigarles un mantenimiento y una limpieza periódicas a lo largo de todo el año, eso sí, con especial incidencia antes del verano.

De lo contrario, el aparato no funcionará correctamente y, además de gastar más energía, los riesgos de que termine averiándose aumentarán considerablemente. Y no sólo eso, sino que además, saldrán malos olores y agentes alérgenos de los conductos del sistema.

Es cierto que hay tareas de limpieza y mantenimiento del aparato de aire acondicionado que podemos hacer nosotros mismos, pero para la mayoría de ellas es preferible contactar con el servicio técnico de aire acondicionado, que cuenta con la formación, la experiencia y las herramientas necesarias para ello. Veamos cuáles son.

Información

Comprobar el estado de los filtros

Revisar los filtros es clave para saber si el aparato está funcionando correctamente. El filtro se ocupa de extraer el polvo que hay en el interior de la habitación y si está sucio, el fluido de aire disminuirá, por lo que necesitará mucha más energía para poder enfriar al mismo nivel, con el gasto que esto conlleva. El filtro debe limpiarse cada mes y sustituirse cada 6 meses como máximo. Si se utiliza durante un tiempo muy prolongado, perderá su función. Algo que no es necesario si tu aparato cuenta con sistema de limpieza de filtro automático.

Bandeja de desagüe de la unidad interior

El uso de los aparatos de aire acondicionado en modo frío hace que dentro del mismo se lleva a cabo un proceso de evaporación que da lugar a gotas de agua. Si nos e limpia periódicamente, la acumulación de agua ocasionará olores molestos y, lo que es aún peor, averías. Esto quiere decir que hay que retirar el agua, pero también mantener limpia y desinfectada la bandeja en la que se deposita  y toda la instalación de desagüe.

Batería de intercambio

La unidad exterior de los equipos no suele tener filtro a menos que se trate de una unidad centrífuga. Con lo cual, se produce más humedad en verano y se acumula más polvo, bacterias, gérmenes y virus, lo que puede provocar malos olores y problemas respiratorios, especialmente en los niños. Para que la calidad del aire de tu hogar sea buena, debe realizarse una limpieza de la batería.

Presión del gas refrigerante

También debe revisarse el gas refrigerante para saber si hay posibles fugas o desequilibrios. De esta forma, conseguiremos que la vida útil de nuestro equipo sea mayor. Si el aparatos e bloquea es una alerta evidente de que el nivel de gas es bajo.

Unidad exterior

La unidad exterior también debe limpiarse regularmente para que el aparato funcione correctamente. Con el tiempo, va acumulando polvo y suciedad, lo que hace que el consumo eléctrico aumente y que se reduzca el rendimiento de los dispositivos interiores, además de convertirse en un verdadero foco de infección. Siendo una de las causas más frecuentes de averías en este tipo de aparatos.

Por otro lado, debe revisarse que no haya ninguna fuga de gases, ya que son muy contaminantes para el medio ambiente. Pero también que no haya obstrucciones que estén impidiendo la correcta circulación del aire.